jueves, 17 de julio de 2008

Manejo del Stress


¿Sientes demasiada tensión emocional y que se te exige demasiado? ¿No duermes bien preocupado por los exámenes y las tareas escolares? ¿Comes de prisa porque estás demasiado ocupado? No estás solo. Todos - adultos, adolescentes y hasta los niños - pasan por momentos de estrés. Sin embargo, hay formas de reducirlo y hacer frente a lo que es inevitable.

¿Qué es el estrés?

El estrés es una sensación que creamos al reaccionar a ciertos eventos. Es la manera en la que el cuerpo se enfrenta a un reto y se prepara para actuar ante una situación difícil con enfoque, fortaleza, vigor y agudeza mental.

Los eventos que provocan el estrés cubren una variedad de situaciones - desde verse en peligro físico hasta hacer una presentación en clase o tomar un semestre con la asignatura más difícil.

El cuerpo humano responde a estas situaciones activando el sistema nervioso y ciertas hormonas. El hipotálamo envía señales a las glándulas adrenales para que produzcan más adrenalina y cortisol y envíen estas hormonas al torrente circulatorio. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial y el metabolismo. Los vasos sanguíneos se ensanchan para permitir una mayor circulación sanguínea hacia los músculos, poniéndolos en alerta. Las pupilas se dilatan para mejorar la visión. El hígado libera parte de la glucosa almacenada para aumentar la energía del cuerpo. Y el cuerpo produce sudor para refrescarse. Todos estos cambios físicos preparan a la persona para reaccionar rápidamente y eficazmente cuando siente tensión emocional.

Esta reacción se conoce como respuesta al estrés. Cuando funciona como es debido, esta reacción es la mejor forma para que la persona funcione bajo presión. Pero la respuesta al estrés también puede causar problemas cuando es extrema.

El estrés bueno y el malo

La respuesta al estrés (respuesta de combate o fuga) es crítica en situaciones de emergencia, como cuando un conductor tiene que frenar el auto repentinamente para evitar un accidente. También se activa en una forma más sencilla cuando la persona está tensa, aunque no corra peligro - como cuando tu batazo puede ganar el juego; cuando te preparas para una fiesta o cuando estás haciendo un examen final. Un poco de estrés de este tipo puede ayudarte a mantenerte atento, listo para hacerle frente a cualquier reto. Y el sistema nervioso vuelve a su normalidad, listo para responder de nuevo cuando sea necesario.

Pero el estrés no es siempre una reacción a cosas inmediatas o momentáneas. Eventos progresivos o a largo plazo, como un divorcio o el traslado a un nuevo vecindario o escuela, también pueden causar estrés. Las situaciones a largo plazo pueden producir un estrés de poca intensidad, pero perdurable, ocasionando dificultades a la persona. El sistema nervioso siente una tensión continua y se mantiene relativamente activo a fin de continuar liberando hormonas adicionales durante un período de tiempo prolongado. Esto puede agotar las reservas del cuerpo, haciendo que la persona se sienta agotada o abrumada, debilitando el sistema inmunológico del cuerpo y ocasionando otros problemas.

¿Qué causa una sobrecarga de estrés?

Aunque una suficiente cantidad de estrés puede ser buena, una sobrecarga es algo aparte - nadie se beneficia por demasiado estrés. Por ejemplo, tener un poco de estrés porque tienes un examen puede motivarte a estudiar más. Pero cuando el examen te causa mucho estrés, te concentras menos en la materia que necesitas aprender.

Las presiones que son extremadamente intensas, que perduran por mucho tiempo, o los problemas que hay que afrontar sin ayuda, pueden ocasionar una sobrecarga de estrés. A continuación mencionamos varias situaciones que pueden ser agobiantes si continúan por largo tiempo:

  • ser víctima de intimidación o estar expuesto a violencia o lesions físicas
  • relaciones tensas, conflictos familiares, la tristeza ocasionada por un corazón quebrantado, o el fallecimiento de un ser querido
  • problemas contínuos en la escuela ocasionados por un problema de aprendizaje o cualquier otro problema como (ADHD) - trastorno de falta de atención por hiperactividad, el cual deja de causar estrés una vez que se reconoce y se trata con el apoyo adecuado.
  • estar siempre apurado, no tener tiempo para descansar y relajarse, y estar siempre en movimiento

Algunas veces el estrés es extremo y necesita atención especial. El trastorno de estrés post-traumático es una reacción muy fuerte que puede producirse en personas que han pasado por una situación extremadamente traumática, como un accidente automovilístico grave, un desastre natural como un terremoto, o una agresión como la violación sexual.

Algunas personas tienen problemas de ansiedad que causan reacciones extremas de estrés, convirtiendo pequeñas dificultades en crisis mayores. Si una persona se siente tensa, enojada o preocupada o tensa con frecuencia, es posible que sufra de ansiedad. Los problemas de ansiedad generalmente necesitan atención, y muchas personas buscan la ayuda de un consejero profesional para superarlos.

Señales de sobrecarga de estrés

Las personas que están pasando por una sobrecarga de estrés muestran algunos de los siguientes síntomas:

  • ansiedad o ataques de pánico
  • constante presión, confusion y apresuramiento
  • irritabilidad y melancolía
  • síntomas físicos: problemas estomacales, dolores de cabeza y dolores de pecho
  • reacciones alérgicas: eczema y asma
  • problemas del sueño
  • beber en exceso, comer en exceso, fumar o usar drogas
  • tristeza o depresión

Todas las personas sienten el estrés de una manera diferente. Algunas personas se enfadan, comportándose de manera poco apropiada y desquitándose con los demás. Otras personas lo esconden y comienzan a padecer de problemas alimentarios o abuso de sustancias ilegales. Las personas que padecen de una enfermedad crónica también notan que los síntomas de su enfermedad se acrecentan cuando tienen una sobrecarga de estrés.

Mantén el estrés bajo control

¿Qué puedes hacer para manejar la sobrecarga de estrés, o mejor aún, eliminarla? El mejor método para hacerle frente al estrés es aprender a manejar el estrés que acompaña cualquier reto; ya sea bueno o malo. El arte de manejar el estrés se va perfeccionando si se usa con regularidad, no solamente cuando se está bajo presión. Saber cómo eliminar el estrés y hacerlo durante situaciones calmadas puede ayudarte a pasar por circumstancias difíciles que puedan surgir. A continuación mencionamos varias sugerencias que ayudan a controlar el estrés:

  • No te sobrecargues con actividades. Si te sientes tenso, piensa en eliminar una o dos actividades, optando por mantener las más importantes.
  • Se realista. No trates de ser perfecto - nadie lo es. Esperar perfección de los demás aumenta el nivel de tu estrés (sin mencionar la presión que ejerce sobre los demás). Si necesitas ayuda con algo, como el trabajo escolar, pídela.
  • Duerme bien. Cuando se duerme la cantidad de horas necesarias, el cuerpo y la mente se mantienen en buen estado, pudiendo manejar cualquier situación negativa que cause estrés. Debido a que el "reloj del sueño" biológico cambia durante la adolescencia, muchos adolescentes prefieren acostarse más tarde en la noche y dormir más tarde en la mañana. Pero si te acuestas tarde y tienes que levantarte temprano para ir a la escuela, no dormirás la cantidad de horas necesarias.
  • Aprende a relajarte. El antídoto natural del cuerpo para el estrés se llama respuesta de relajamiento. Es lo opuesto al estrés y crea una sensación de calma y bienestar. Los beneficios químicos de la respuesta de relajamiento pueden activarse simplemente relajándote. Puedes provocar la respuesta de relajamiento si aprendes unos simples ejercicios de respiración y los usas cuando estés en una situación que te cause estrés. (Haz "click" en el botón para aprender sobre una). Asegúrate de mantenerte relajado y de tomar tiempo para disfrutar de actividades que te calmen y sean placenteras: leer un buen libro, tomar tiempo para disfrutar de tu pasatiempo favorito, jugar con tu animalito preferido, o darte un baño relajante.
  • Cuida tu cuerpo. Los expertos están de acuerdo en que ejercitarse con regularidad ayuda a las personas a manejar el estrés. (El ejercicio excesivo o compulsivo puede contribuír al estrés, por lo tanto, debe hacerse con moderación) Aliméntate bien para que tu cuerpo funcione de la mejor forma posible. Cuando sientes estrés, es fácil comer apresuradamente y comer comidas rápidas o que no son nutritivas. Cuando tienes estrés, tu cuerpo necesita más vitaminas y minerales que nunca. Algunas personas usan drogas para escapar de la tensión emocional. Aunque parezca que el alcohol y las drogas alivian la tensión emocional momentáneamente, la realidad es que depender de ellos causa más estrés porque afecta la habilidad natural del cuerpo para recuperarse.
  • Cuida tus pensamientos. Tus perspectivas, actitud y pensamientos influyen mucho en la manera en que percibes las situaciones. ¿Está tu copa medio llena o medio vacía? Una buena dosis de optimismo te ayudará a salir adelante en situaciones difíciles. Aunque no tengas práctica o seas algo pesimista, todos podemos aprender a pensar con más optimismo y disfrutar de los beneficios.
  • Resuelve los problemas sencillos. Aprender a resolver los problemas cotidianos te hace sentir en control. Evitarlos puede hacerte sentir que tienes poco control de la situación, causándote todavía más estrés. Aprende a evaluar la situación con calma, a pensar en las opciones que tienes, y a tomar los pasos necesarios para resolver el problema. Cuando te sientes capaz de resolver problemas pequeños, tendrás la confianza necesaria para resolver problemas más complejos - lo cual te ayudará en situaciones que te causen mucho estrés.

Aumenta tu resistencia

¿Has notado que ciertas personas parecen adaptarse a las circunstancias difíciles sin alterarse? Se mantienen serenos bajo presión y pueden resolver los problemas según van surgiendo. Los investigadores han identificado las cualidades que hacen que ciertas personas posean una resistencia natural aun cuando se enfrentan a circunstancias que producen mucho estrés. Si deseas aumentar tu resistencia, trata de adquirir estas actitudes y comportamientos:

  • Piensa en los cambios como retos normales en tu vida.
  • Reconoce las demoras y las derrotas como un problema momentáneo que puedes resolver.
  • Piensa que tendrás éxito si continúas avanzando hacia tu meta.
  • Resuelve los problemas cuando surjan
  • Establece relaciones firmes y cumple con tus compromisos con tu familia y amistades.
  • Consigue un buen sistema de apoyo y pide ayuda.
  • Participa en actividades para relajarte y divertirte con regularidad

Aprende a pensar que los retos son oportunidades y las situaciones difíciles no son desastres, sino problemas momentáneos. Resuelve los problemas y pide ayuda y consejos de otras personas, en vez de quejarte y permitir que se te acumule el estrés. Fija tus propias metas y mantente al tanto de tu progreso. Toma tiempo para relajarte. Sé optimista. Cree en ti mismo. Respira. Permite que un poquito de estrés te motive a tomar una acción positiva que te ayude a alcanzar tus metas.

Fuente : http://kidshealth.org

miércoles, 16 de julio de 2008

Madurando corazón y cerebro, cómo prevenir sustos después de los cuarenta

Con estos dos órganos en buen estado, no hay preocupación
Dormir bien hace más inteligente al cerebro, dicen los especialistas.

SANTO DOMINGO. En el proceso de hacernos mayores, la correcta nutrición apoyada de un estilo de vida saludable era parte indispensable para hacerlo con gracia y en posesión de todos nuestros sentidos. Después de conocer el proceso en nuestra piel y huesos, es el turno de dos órganos fundamentales: corazón y cerebro. Sin ellos dos en buen estado, olvídese de todo lo demás. Aprenda a cuidarlos después de los 40.

El cerebro.

Con los años, las neuronas empiezan a disminuir en número y tamaño, reduciendo, al mismo tiempo, el volumen del cerebro y nuestra habilidad para recordar detalles y hechos. El cerebro también sufre los ataques de los radicales libres y las conexiones entre las neuronas disminuyen con el tiempo. El estrés es enemigo de la salud cerebral, lo mismo que altos niveles de colesterol e hipertensión.

Un plan de prevención para el cerebro.

Déle un tiempo de tranquilidad a su cerebro: dormir bien lo hace más inteligente; el sueño permite que el cerebro una datos que aparentaban dispersos y los interprete correctamente. Poco sueño, por otro lado, lleva a mal desempeño y cambios de humor.

Cómase una manzana: Su poderoso efecto antioxidante y su contenido en flavonoides protegen sus células cerebrales de los radicales libres.

Omega 3: estos ácidos grasos esenciales presentes en pescados como el atún y la sardina, son esenciales para las comunicaciones a nivel celular, previniendo su daño.

Manténgase conectado: El cerebro reacciona, aun en personas muy mayores, ante los abrazos y gestos de afecto. Socializar, mantenerse en contacto, reduce el cortisol, la dañina hormona del estrés.

Baile: Los bailes de salón, aquellos que requieren llevar el ritmo, los pasos y una pareja son una trifecta perfecta para el cerebro: socializa, reta la mente y lo mantiene en movimiento. No sólo lo convertirá en el adulto más solicitado de la fiesta, hará maravillas por su memoria. Que no le gusta bailar? Vaya de compras con una amiga. Seguro que le sale más caro, pero el efecto es el mismo.

Otras opciones para mantener su cerebro "caminando", no importa los años, van desde intentar juegos de memoria, a practicar instrumentos musicales, ejercitarse en yoga y meditación o echando mano de trucos igualmente prácticos: mantenga sus cosas esenciales (llaves, medicinas, billetera, libreta de teléfonos...) en un mismo lugar, y hágase cargo de lo pendiente de forma inmediata.

Un corazón que se niega a envejecer

Con los años, los niveles de colesterol (HDL, el bueno y LDL, el malo), se modifican. Sin suficiente colesterol del bueno, el malo se "amontona" causando placa. Las placas se adhieren a las paredes de las arterias y con esto, se desencadenan una serie de situaciones nada placenteras y peligrosas.

Comience su plan de prevención

Monitoree su cintura: Según nos hacemos mayores, el metabolismo se pone más lento y tendemos a ganar peso, lo que contribuye a padecer de diabetes, hipertensión y colesterol elevado. Verifique el ancho de su cintura porque créalo o no, es un indicador de riesgo.

Chequee sus números: Lleve el control de sus números internos y compare contra el chequeo anterior. Verifique que sus mediciones se mantengan idealmente en este rango:

Colesterol: LDL debajo de 100 mg/dL; HDL sobre 50

Presión arterial: debajo de 120/80 mmHG

Triglicéridos: menos de 150 mg/dL

Nivel de azúcar en sangre: menos de 100 mg/dL

Corte 200 calorías por día cuando llegue a los 50. El metabolismo disminuye un 5% cada década, por lo que aunque sea moderadamente activo, el cuerpo quema menos calorías. ¡Tómelo en cuenta!

Proteja su corazón como los del Mediterráneo

Aceite de oliva, vegetales de hojas verdes, cereales enteros, nueces, frutas, pescados, vino tinto, tomates... una rica mezcla de antioxidantes, fitoquímicos, vitaminas y grasas saludables, que disminuyen grandemente los riesgos cardiovasculares en sólo tres meses. La dieta mediterránea aporta cromo, un mineral muy difícil de conseguir por la comida, que ayuda a disminuir el colesterol malo, sube el bueno y previene la resistencia a la insulina.

Por último, cómase un postre de chocolate: el chocolate negro es una excelente adición a tu dieta diaria y una forma muy dulce de concluir tu almuerzo.

Fuente: Himilce Amelia Tejada, www3.diariolibre.com




martes, 15 de julio de 2008

La "bloguera" más vieja del mundo muere con 108 años en Australia


La "bloguera" más vieja del mundo muere con 108 años en Australia
SÍDNEY (Australia), 14 jul (EFE).- Una mujer considerada la "bloguera" más vieja del mundo murió con 108 años en Australia después de colgar un último artículo en su bitácora sobre "canciones felices", informaron hoy los medios australianos. Olive Riley, había colgado en su blog más de 70 entradas desde febrero de 2007 sobre la vida moderna y sus experiencias durante el siglo XX. Riley nació el 20 de octubre de 1899, vivió dos guerras mundiales, tuvo tres hijos y trabajó como camarera y cocinera. La anciana se comunicaba a través de su bitácora con personas de otros continentes y declaraba que le gustaba la notoriedad que había adquirido porque le permitía mantener la mente fresca.

Fuente: EFE.