Hibiscus rosa-sinensis (Cayena)
La cayena es un arbusto originario de Armenia y pertenece a la familia de las Malváceas. Sus flores son grandes, simples o dobles, de color rojo o medio moradas, aunque pueden presentarse de otros colores vistosos. Normalmente, no produce fruto ni semillas. Con fines medicinales, se usan las flores, los cogollos tiernos y las hojas verdes, especialmente en reumatología, neurología y dermatología.
Las flores en decocción se emplean como expectorante, antiescorbútico y, además alivia las úlceras gástricas. Mientras que la raíz en decocción, tiene propiedades curativas para enfermedades de los ojos. La cayena mejora la circulación debido, principalmente, a sus propiedades anticoagulantes y estimulantes de la digestión. Asimismo, destruye con efectividad muchos tipos de bacterias dañinas. Esta acción, combinada con su capacidad para aumentar la temperatura del cuerpo e inducir a la sudoración, ha hecho que esta especie sea un remedio muy popular para el resfriado, las irritaciones de la garganta y las infecciones respiratorias en general.
La capsaicina, el principio activo del grano de cayena, alivia el dolor cuando se aplica tópicamente, como en los casos de artritis, dolores de espalda y osteoarticulares, lumbalgias, neuralgias y herpes.
Destaca también su uso como champú que combate la caída del cabello. Para ello se recomienda aplicar en el cráneo una pequeña cantidad de esta planta, se deja por diez minutos y luego se retira.
Otro de sus usos más generalizados es como somnífero, para tal efecto, se vierten 3 ó 4 tazas de agua hirviente sobre varias flores sencillas o sobre una sola flor doble y se deja reposar tapado unos 10 minutos; luego se le agregan unas gotas de limón, se endulza con miel de abejas y se toma esta infusión dos o tres veces al día o antes de dormir.
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