Escuchar sonidos relajantes puede ayudar a reducir la presión sanguínea en personas mayores con hipertensión, según un estudio presentado en el 62 congreso que la Asociación Americana del Corazón celebra cada año. El estudio ha sido realizado en la Universidad de Seattle y el Centro para el Bienestar Cardiovascular, en la misma ciudad estadounidense. Durante cuatro meses y tres veces por semana, un grupo 41 personas mayores con hipertensión se sometieron a una sesión de doce minutos de audición.
Los participantes se dividieron en dos grupos. El primero, integrado por veinte personas, siguió un programa en el que una voz suave les guiaba para que relajaran todo el cuerpo y respiraran profundamente, mientras el sonido de las olas del mar sonaba de fondo. El segundo grupo, de 21 personas, escuchó durante ese tiempo una sonata de Mozart. Los investigadores midieron las presiones sanguíneas sistólica y diastólica antes y después de cada sesión.
Al cabo de cuatro meses, en ambos grupos la presión sistólica se redujo, un 6,4% (de 141 a 132) en el grupo que siguió el programa de relajación, y casi un 5% (de 141 a 134) en el que escuchó a Mozart. La presión diástolica, en cambio, no disminuyó significativamente en ninguno de los dos casos. La autora principal de la investigación, la profesora asistente de la Universidad de Seattle Jean Tang, explicó que otros estudios sugieren que una reducción de 5 mmHg en la presión sistólica puede reducir en un 9% las muertes causadas por una enfermedad coronaria y en un 14% las relacionadas con un derrame cerebral.
La pequeña diferencia entre uno y otro grupo, según Tang, puede deberse a la atención de los participantes durante las sesiones de audición. Entre los que escucharon música clásica, algunos posiblemente no trataron de relajar su cuerpo de un modo consciente. Los terapias de este tipo, basadas en la escucha de sonidos como los empleados en este estudio -conocidos como binaurales-, se utilizan con éxito desde hace años para tratar el dolor crónico o en el entrenamiento de atletas.
Tang argumentó que el efecto beneficioso de la audición de sonidos binaurales -grabados de la misma forma en que el oído humano los escucha- radicaría en el hecho de que estos "regulan las ondas cerebrales hacia el rango de las alfa, con un efecto calmante sobre los oyentes que les permite concentrarse".
El método de relajación actúa sobre el sistema nervioso parasimpático, que reduce la presión sanguínea al relajar los vasos"
Los participantes se dividieron en dos grupos. El primero, integrado por veinte personas, siguió un programa en el que una voz suave les guiaba para que relajaran todo el cuerpo y respiraran profundamente, mientras el sonido de las olas del mar sonaba de fondo. El segundo grupo, de 21 personas, escuchó durante ese tiempo una sonata de Mozart. Los investigadores midieron las presiones sanguíneas sistólica y diastólica antes y después de cada sesión.
Al cabo de cuatro meses, en ambos grupos la presión sistólica se redujo, un 6,4% (de 141 a 132) en el grupo que siguió el programa de relajación, y casi un 5% (de 141 a 134) en el que escuchó a Mozart. La presión diástolica, en cambio, no disminuyó significativamente en ninguno de los dos casos. La autora principal de la investigación, la profesora asistente de la Universidad de Seattle Jean Tang, explicó que otros estudios sugieren que una reducción de 5 mmHg en la presión sistólica puede reducir en un 9% las muertes causadas por una enfermedad coronaria y en un 14% las relacionadas con un derrame cerebral.
La pequeña diferencia entre uno y otro grupo, según Tang, puede deberse a la atención de los participantes durante las sesiones de audición. Entre los que escucharon música clásica, algunos posiblemente no trataron de relajar su cuerpo de un modo consciente. Los terapias de este tipo, basadas en la escucha de sonidos como los empleados en este estudio -conocidos como binaurales-, se utilizan con éxito desde hace años para tratar el dolor crónico o en el entrenamiento de atletas.
Tang argumentó que el efecto beneficioso de la audición de sonidos binaurales -grabados de la misma forma en que el oído humano los escucha- radicaría en el hecho de que estos "regulan las ondas cerebrales hacia el rango de las alfa, con un efecto calmante sobre los oyentes que les permite concentrarse".
El método de relajación actúa sobre el sistema nervioso parasimpático, que reduce la presión sanguínea al relajar los vasos"
Fuente: EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario